lunes, 14 de octubre de 2013

Post vivo I: correspondencia pre vivo.

Esto está llegando a su fin. Y por un lado, estoy contenta de una faena bien rematada, pero por otro, no puedo evitar la melancolía. Vuelvo a dar las gracias a todos aquellos que colaboraron para que estos vivos salieran bien, tanto a un lado como a otro de la delgada línea que separa organizadores de jugadores.

Como parte del post vivo y preludio del texto final, creo necesario compartir algunas de las cartas más bonitas o interesantes de las más de 50 misivas que se intercambiaron un par de semanas antes del rev. Espero que os gusten tanto como a mí y que sonriáis ahora que sabéis lo que se escondía detrás de tan dulces palabras... No he corregido la ortografía, así queda más natural. Seguro que los egipcios con sus pajaritos y otros símbolos, tenían más faltas que nosotros ;)

Si alguien tiene interés en conocer alguna carta más, no dudéis en pedirla. Si pusiera todas, os moriríais.

En cuanto esté el texto del post vivo, os lo subo aquí. Es complejo de cuadrar, porque hay muchas vías tras el Durbar. Paciencia.

P.

1.- Correspondencia entre Tutu y Akesha. 

A Ankhesenpatón, Sangre de Akhenaton, Dyet de las Dos Tierras, Cénit de Atón, Destino de la Doble Corona, Esencia Divina en la Tierra Negra.

Luctuosa es la hora en la que nos ilumináis con vuestra presencia. Pronto, tan pronto nos ha sido arrebatado nuestro Faraón, que Atón aleje las tinieblas de su presencia y le muestre el camino hacia los Campos de Aaru, que Kemet ha quedado huérfana y os mira, os implora para que la devolváis de nuevo a la gloria. Como Chambelán y Maestro de Protocolo es un honor para mi ponerme a vuestra entera disposición para solventar cualquier duda que tengáis acerca de las ceremonias que vamos a realizar. Es mi principal tarea que las exequias funerarias y el Durbar se celebren de acuerdo con nuestras tradiciones y sean dignas a los ojos de Maat, que nos observa y debe decidir el destino de las Dos Tierras.

La trágica muerte del Faraón ha interrumpido las reformas que estaban transformando de nuevo el Alto y Bajo Egipto. Debéis conocer, mi señora, que la actual situación económica es muy precaria, y que deben tomarse decisiones con la mayor premura para recuperar nuestra economía. Vuestro divino padre transformó el equilibrio político y fiscal de Kemet, y  sin duda, fue el responsable directo de un aumento en nuestras reservas de Oro y especies que nos han permitido subsistir estos últimos años de escasez. Pero la actual situación, con revueltas en el norte y con las insidias de potencias extranjeras que han posado sus ojos en las riquezas de las Dos Tierras, nos obligan a revisar esta política. Vuestro difunto esposo comenzó a devolver la gestión de los tributos a los Hwt, una opción que nos permite gestionar con mayor eficacia la logística militar, pero que aumenta el poder de los templos. Ésta fue la serpiente que atenazaba a Kemet antes de las reformas del sagrado Akhenatón. Mi señora, ¿cuál será vuestra dirección política? ¿Una mayor descentralización, buena para el ejército y los templos, pero mala para Kemet en su conjunto?¿Un retorno a las reformas de Akhenatón, con el malestar que ello puede provocar en el Ejercito y en Tebas, nuestros principales apoyos militares cuando se acercan tiempos de guerra y necesitamos expandir nuestros dominios? La corte esperaba ansiosa un pronunciamiento, un anuncio a realizar por parte de Tut-ankh-amón, que Osiris e Isis le acojan en sus Mansiones, pero con el desgraciado y repentino fallecimiento múltiples rumores y maledicencias se han esparcido, aumentando la inquietud sobre el futuro del Alto y Bajo Egipto.

Según vuestra posición, deberé realizar las proyecciones presupuestarias y económicas más apropiadas para nuestra tierra, que os presentaré en cuanto tenga oportunidad de hablar con vos. Por ello, desearía mantener una pequeña conversación a vuestra llegada, si me concedéis tal honor.

Que la luz de Atón os ilumine en estos momentos de zozobra,
Tutu
Chambelán y Heraldo del Rey, Sumo Administrador de la Hacienda del Reino, Guardián de la Puerta del Tesoro Real



A Tutu, Chambelán y Heraldo del Rey, Sumo Administrador de la Hacienda del Reino, Guardián de la Puerta del Tesoro Real, Intendente de los Campos de Aaru

A través de mis ojos fluyen las lágrimas derramadas por Kemet ante la muerte de Tut-ankh-atón, y no dejarán de bañar nuestra negra tierra hasta que se llene el vacío que nos aflige y vuelvan nuestros días de gloria. Sé que pondréis todos vuestros conocimientos al servicio del ka de nuestro Faraón, asegurándoos de que se realicen todos los pasos necesarios para que llegue los Campos de Aaru, no solo por vuestro amor a Kemet, sino por la lealtad y amistad que os han unido a mi Amado Esposo y a nuestro querido Padre.
A pesar de la tristeza que me invade estos días por la inesperada partida de mi Amado, no he dejado de reflexionar sobre Kemet y su futuro. Soy plenamente consciente de la situación económica en que nos encontramos, como sus raíces se extienden por las Dos Tierras y como sus ramas entroncan con los conflictos de los territorios que nos envuelven.
Mi divino padre, iluminado por Atón, realizó las reformas necesarias para llevar nuestra tierra amada a la prosperidad que le corresponde, poniendo las piedras que han de llevar a Kemet al equilibrio. Su camino es el que ha de guiarnos si queremos enaltecer nuestro pueblo. Como sabéis, los caminos que Atón nos muestra nunca son rectos, sino que permiten los desvíos necesarios para disfrutar mejor de la naturaleza que él ha creado para nosotros. Del mismo modo, entiendo que para continuar la construcción que mi padre empezó, debo ajustarme al terreno donde pretendo continuar colocando las piedras de la columna que elevará a Kemet a los tiempos dorados de nuestros antepasados.
Después de largas jornadas de reflexión, y recordando los consejos que os he oído dar tanto a mi Padre como a mi Esposo, he tomado una decisión sobre la gestión económica que debería seguir a estos días oscuros para que podamos volver hacia la luz. En una encrucijada donde parece que solo queda ir atrás o hacia un abismo, parece que se puede construir el puente que nos llevará hacia delante. Espero poder exponer dichos planes económicos al Consejo Real cuando lleguéis todos los miembros, confiando en que vuestra sabiduría y experiencia ayuden a la germinación de la semilla que llevará al Alto y Bajo Egipto al Maat anhelado.
Siempre estoy dispuesta a escuchar sus consejos, que tanto han servido a mi familia, por lo que me aseguraré que sea el primero en saber de mi llegada.
Que los rayos de Atón os guíen,
Akesha
Gran esposa real, Princesa de la Corona, Intendente del Archivo Real.

2.-Correspondencia entre Tutu y el visir Ay.

A AY, Chaty del Rey, Baluarte de la Justicia de las Dos Tierras, Contrafuerte de la Corona, Conciencia del Consejo Real cuya sabiduría no conoce amanecer ni anochecer.

Como Chambelán y Maestro de Protocolo, es mi responsabilidad y principal tarea observar el cumplimiento de nuestras tradiciones y costumbres, dictadas a nuestros ancestros por los propios Dioses, en las ceremonias que vamos a realizar. Tanto las exequias funerarias por el difunto Tut, que el Sagrado Amón lo proteja de todo mal y el Atón Radiante le ilumine su camino hacia los Campos de Aaru, como el Durbar del nuevo Faraón deben completarse de forma agradable y digna de Maat, para que nos bendiga con un nuevo rey que dirija a Kemet en los difíciles tiempos que se nos acercan y agrande su hegemonía sobre el resto de pueblos. Por ello, me pongo a su entera disposición para solventar cualquier duda que pueda tener al respecto de estas ceremonias. Espero que disculpe mi atrevimiento, pues considero cercana a la desconsideración la mera insinuación de que pueda necesitar mi consulta en lo relativo a estas ceremonias, vos que habéis tenido la responsabilidad de enterrar y entronizar a varios faraones. Es el protocolo el que me obliga a formalmente comunicaros mi responsabilidad y autoridad en las ceremonias, pero el orgullo no nubla mi entendimiento y no quedaré en ridículo pensando en que mi autoridad pueda estar por encima de la vuestra, sabio y justo Chaty.

Son tiempos oscuros y de zozobra, venerable Ay. Cuando muchos miran temerosos al futuro, el hombre prudente debe recordar su pasado, y por ello hoy más que nunca vuestro consejo y opinión es más valioso, si cabe, que en anteriores ocasiones. Vuestra experiencia y eficiencia como Chaty, refrendada a lo largo de varios reinados desde el glorioso Amenhotep III os posicionan como una figura indispensable en la elección del nuevo Faraón. Acudo a vos con humildad, puesto que no me avergüenza reconocer que las dudas y el temor a no estar a la altura en esta elección me impiden conciliar el sueño. Varias facciones conspiran para alcanzar el trono, desde las disputas religiosas y sacerdotales a las meramente políticas y surgidas por la ambición y el ansia de poder de los hombres. Por ello, os suplico que tengáis unos momentos a vuestra llegada, en la que tendré el honor de recibiros, para que podamos consultar estos y otros temas que me afligen y a los que vuestras observaciones sin duda iluminarán mi entendimiento, como tantas otras veces habéis hecho.

Por último, un tema más urgente requiere de nuestra mutua atención. Como sabréis, se va a proceder a realizar un juicio en la víspera del entierro del difunto Tut, que Ra lo preserve de todo mal en su barca hasta su reunión con  los dioses. Tras ponerme en contacto con Pazair, el Decano del Porche, me ha comunicado sus necesidades, que son las siguientes: un podio donde escuchar al acusado y los testigos, un escriba que levante acta del proceso, un lugar para el jurado  y otro para los asistentes al juicio.  Así como una sala donde poder retirar al jurado para deliberar.

Había pensado en Semerut como Escriba, y es mi opinión que este juicio debería celebrarse en la mayor intimidad posible, restringiendo el acceso únicamente al acusado, testigos, al Jurado, a Vos como máxima autoridad jurídica y a mí como ujier. Una mayor presencia de público sin duda enlentecería este proceso, y creo que debe realizarse con la mayor premura puesto que asuntos más importantes nos reclaman a ambos.
También me encuentro en la obligación de señalar la extraordinaria situación en la que nos encontramos, ya que la ausencia del Faraón implica la ausencia del último tribunal de apelación. No sé si es conveniente, cuando Maat nos observa tan detenidamente, transgredir una de nuestras tradiciones judiciales más antiguas, pero os dejo a vos la última palabra en esta cuestión. Este será uno de los temas inmediatos que deberemos tratar a vuestra llegada.

Deseándoos un seguro y tranquilo viaje bajo la protección de todos los dioses,
Tutu
Chambelán y Heraldo del Rey, Sumo Administrador de la Hacienda del Reino, Guardián de la Puerta del Tesoro Real


Bien amado Chambelán Tutu maestro de protocolo y valioso consejero real.

Aceptaré con gran agrado tus consejos y decisiones sobre las costumbres de los ceremoniales y aunque el gran tamaño de mis orejas revela que conozco los ritos y tradiciones de entierros y coronaciones tened por bien seguro que en respeto a tu noble cargo haré como si fuera la primera vez que oigo tales consejos.
Debo revelarte el verdadero secreto de la sabiduría que no es otro que rodearte y aceptar el consejo de personas más sabias o valiosas que tu.

Ansio, al igual que tu, vernos de nuevo. porque necesito conocer cuál es el estado del país y que problemas más acuciantes tienen su tesoro, para así ponerles remedio.

Creo que es también momento de recapacitar y mirar al pasado para no cometer los mismos errores que la ciega juventud provocó.

El tema del precipitado juicio también me preocupa, sé que está fuera de lo común el hecho de que estemos huérfanos de guía y que no exista la posibilidad de apelar la sentencia, pero la rueda de Maat debe seguir girando y la extrema urgencia del asunto no mueve a actuar. Repasando mi memoria y mis archivos no será la primera vez que se celebra un juicio en ausencia de rey.

Semerut me parece un gran acierto como escriba para el juicio, ni yo mismo  habría hecho mejor elección. Una vez más me A AY, Chaty del Rey, Baluarte de la Justicia de las Dos Tierras, Contrafuerte de la Corona, Conciencia del Consejo Real cuya sabiduría no conoce amanecer ni anochecer. Como Chambelán y Maestro de Protocolo, es mi responsabilidad y principal tarea observar el cumplimiento de nuestras tradiciones y costumbres, dictadas a nuestros ancestros por los propios Dioses, en las ceremonias que vamos a realizar. Tanto las exequias funerarias por el difunto Tut, que el Sagrado Amón lo proteja de todo mal y el Atón Radiante le ilumine su camino hacia los Campos de Aaru, como el Durbar del nuevo Faraón deben completarse de forma agradable y digna de Maat, para que nos bendiga con un nuevo rey que dirija a Kemet en los difíciles tiempos que se nos acercan y agrande su hegemonía sobre el resto de pueblos. Por ello, me pongo a su entera disposición para solventar cualquier duda que pueda tener al respecto de estas ceremonias. Espero que disculpe mi atrevimiento, pues considero cercana a la desconsideración la mera insinuación de que pueda necesitar mi consulta en lo relativo a estas ceremonias, vos que habéis tenido la responsabilidad de enterrar y entronizar a varios faraones. Es el protocolo el que me obliga a formalmente comunicaros mi responsabilidad y autoridad en las ceremonias, pero el orgullo no nubla mi entendimiento y no quedaré en ridículo pensando en que mi autoridad pueda estar por encima de la vuestra, sabio y justo Chaty. Son tiempos oscuros y de zozobra, venerable Ay. Cuando muchos miran temerosos al futuro, el hombre prudente debe recordar su pasado, y por ello hoy más que nunca vuestro consejo y opinión es más valioso, si cabe, que en anteriores ocasiones. Vuestra experiencia y eficiencia como Chaty, refrendada a lo largo de varios reinados desde el glorioso Amenhotep III os posicionan como una figura indispensable en la elección del nuevo Faraón. Acudo a vos con humildad, puesto que no me avergüenza reconocer que las dudas y el temor a no estar a la altura en esta elección me impiden conciliar el sueño. Varias facciones conspiran para alcanzar el trono, desde las disputas religiosas y sacerdotales a las meramente políticas y surgidas por la ambición y el ansia de poder de los hombres. Por ello, os suplico que tengáis unos momentos a vuestra llegada, en la que tendré el honor de recibiros, para que podamos consultar estos y otros temas que me afligen y a los que vuestras observaciones sin duda iluminarán mi entendimiento, como tantas otras veces habéis hecho. Por último, un tema más urgente requiere de nuestra mutua atención. Como sabréis, se va a proceder a realizar un juicio en la víspera del entierro del difunto Tut, que Ra lo preserve de todo mal en su barca hasta su reunión con los dioses. Tras ponerme en contacto con Pazair, el Decano del Porche, me ha comunicado sus necesidades, que son las siguientes: un podio donde escuchar al acusado y los testigos, un escriba que levante acta del proceso, un lugar para el jurado y otro para los asistentes al juicio. Así como una sala donde poder retirar al jurado para deliberar. Había pensado en Semerut como Escriba, y es mi opinión que este juicio debería celebrarse en la mayor intimidad posible, restringiendo el acceso únicamente al acusado, testigos, al Jurado, a Vos como máxima autoridad jurídica y a mí como ujier. Una mayor presencia de público sin duda enlentecería este proceso, y creo que debe realizarse con la mayor premura puesto que asuntos más importantes nos reclaman a ambos. También me encuentro en la obligación de señalar la extraordinaria situación en la que nos encontramos, ya que la ausencia del Faraón implica la ausencia del último tribunal de apelación. No sé si es conveniente, cuando Maat nos observa tan detenidamente, transgredir una de nuestras tradiciones judiciales más antiguas, pero os dejo a vos la última palabra en esta cuestión. Este será uno de los temas inmediatos que deberemos tratar a vuestra llegada. Deseándoos un seguro y tranquilo viaje bajo la protección de todos los dioses, Tutu Chambelán y Heraldo del Rey, Sumo Administrador de la Hacienda del Reino, Guardián de la Puerta del Tesoro Real Bien amado Chambelán Tutu maestro de protocolo y valioso consejero real. Aceptaré con gran agrado tus consejos y decisiones sobre las costumbres de los ceremoniales y aunque el gran tamaño de mis orejas revela que conozco los ritos y tradiciones de entierros y coronaciones tened por bien seguro que en respeto a tu noble cargo haré como si fuera la primera vez que oigo tales consejos. Debo revelarte el verdadero secreto de la sabiduría que no es otro que rodearte y aceptar el consejo de personas más sabias o valiosas que tu. Ansío, al igual que tu, vernos de nuevo. porque necesito conocer cuál es el estado del país y que problemas más acuciantes tienen su tesoro, para así ponerles remedio. Creo que es también momento de recapacitar y mirar al pasado para no cometer los mismos errores que la ciega juventud provocó. El tema del precipitado juicio también me preocupa, sé que está fuera de lo común el hecho de que estemos huérfanos de guía y que no exista la posibilidad de apelar la sentencia, pero la rueda de Maat debe seguir girando y la extrema urgencia del asunto no mueve a actuar. Repasando mi memoria y mis archivos no será la primera vez que se celebra un juicio en ausencia de rey. Semerut me parece un gran acierto como escriba para el juicio, ni yo mismo habría hecho mejor elección. Una vez más me demostráis que conocéis la corte casi tan bien como yo. Eso sí lamento no poder complaceros con vuestra petición de celebrar el juicio en privado puesto que no lo veo necesario. Lo celebraremos a la entrada del templo como estipula la tradición legal y por lo tanto el acceso de cualquier persona será libre. Espero un pronto encuentro. Que todos los dioses os guarden de mal alguno. Chaty Ay, Justo Juez del norte y sur de la Tierra Negra. que  conocéis la corte casi tan bien como yo. Eso sí lamento no poder complaceros con vuestra petición de celebrar el juicio en privado puesto que no lo veo necesario. Lo celebraremos a la entrada del templo como estipula la tradición legal  y por lo tanto el acceso de cualquier persona será libre.


Espero un pronto encuentro. Que todos los dioses os guarden de mal alguno.

Chaty Ay, Justo Juez del norte y sur de la Tierra Negra.          

3.-Correspondencia entre Muheshy y Bin Seth (Ir En Atón), que conllevó la movilización de unas tramas que tenían que darse en el rev, y la confección de varias cartas con información sobre los hechos acaecidos en el norte. la verdad que me trajo de cabeza el lío... Son varias cartas.

A Bin-Seth, Nomarca de Menfis y Representante de los Nomarcas del Bajo Egipto.
Ha pasado ya cierto tiempo desde nuestro último encuentro, y es que el cambio de capital desde nuestra querida Akhetatón a la actual (Tebas), junto con mis obligaciones en la corte, limitan mis movimientos más de lo que desearía.
Durante los viajes que implican algunas de mis atribuciones, he podido comprobar de primera mano la situación en que Kemet se halla y, sobre todo, las diferencias existentes entre las Dos Tierras (el Alto Egipto, cuyo Nomarca en Jefe, además de Consejero Real del Ejército, ha visto aumentada su influencia desde la Estela de la Restauración, y el Bajo Egipto, del cual llevas con ejemplo tu cargo como Nomarca de Menfis y la representación del resto de nomos).
Ante la inminente entronización de un nuevo Rey (y pendiente aún de conocer tanto los candidatos a ello, como las candidatas que, como legitimadoras al trono, se presentarán ante el Consejo Real), estoy estudiando los posibles escenarios con el fin de tratar de encontrar el punto de equilibrio para llegar al Maat que nos proporcione un Rey justo y duradero, que sea amante de su pueblo y amado por éste, y capaz de mantener Kemet unido frente a cualquier oscuridad que trate de eclipsar su luz.
Con este fin, y aprovechando nuestra estancia en el templo de Tutmosis III, en el Valle de los Reyes (lugar donde también se celebrará el funeral por el difunto rey Tutankhatón) desearía que nos reuniésemos a tu llegada, a fin de ponernos al día en diversas cuestiones (la invasión de Mittani y Kadesh por los Hititas, los Muros del Príncipe, los Protectorados de la franja Sirio-Cananea, los ataques de los Habiru, estado de las rutas comerciales desde el Gran Verde y las que atraviesan la franja Sirio-Cananea -sobre todo con los continuadas razzias y ataques sobre los intereses de Kemet en la zona- y, en particular me preocupa el asunto del hierro para mejorar las armas de nuestro ejército sobre todo dadas las noticias que me han llegado sobre la supremacía, en cuanto a equipamiento, de los Hititas y otros pueblos del norte -como los Kaskas-)
Espero que en estos momentos de dificultad, podamos ayudarnos mutuamente así como a nuestro Reino.
Que Atón, cuando se eleve resplandeciente sobre el horizonte del cielo, ilumine Kemet y las Dos Tierras lo festejen mientras sus rayos, que penetran hasta el centro del Gran Verde, alimenten sus campos y sus gentes.
Muheshy,
Administrador de la Hacienda del Reino, Superintendente de la corte y las Dos Tierras, Sacerdote Lector del Atón y portador de las Palabras de Poder

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A Muheshy, Administrador de la Hacienda del Reino, Superintendente de la corte y las Dos Tierras, Sacerdote Lector del Atón y portador de las Palabras de Poder

Agradezco estas letras que me enviais en estas sombrías horas que nos acontecen ahora que el nos ha abandonado de cuerpo presente, que no de espíritu.

Las primeras que recibo en mucho tiempo, a pesar de la multitud de misivas y correos que envíe a la capital. Informando de la situación, de las características del enemigo y de la desesperada batalla que teníamos en el norte para defender el imperio. Ninguna respuesta nos llegó, ni en mensaje, ni en tropas. Solo en la esperanza de que si el sol seguía saliendo por la mañana Aton nos seguiría observando y guiaría nuestros pasos.

Cumplimos con nuestro deber, contra todo pronóstico, como se esperaba, como debíamos. Pero a un alto precio. Hubo graves pérdidas en el ejercito del norte y daños en la muralla de protección. Mi esposa murió durante la batalla a causa de los embites del enemigo. No tuve ni tiempo para velar por su cadáver que ya estaba con mis tropas cerrando la brecha para impedir que el enemigo entrara en el norte como un torrente.

Por eso os agradezco, y muy sinceramente, vuestras letras. Son las primeras, y unicas que he recibido. Ningún interés en el estado de la guerra en el norte, ningun interes por la muerte de mi amada esposa Nefereth. Parece como si el sur no se preocupase por el sur en estas oscuras horas. Eso es desafortunado.

Debido a eso, podéis contar con mi completo apoyo, como representante de Aton y persona preocupada por el estado del reino.

Soy un hombre viejo ya, pero cumplire con mi deber, una vez más. Os ayudare en vuestras tareas y os facilitaré la información que os sea necesaria por el mayor bien del reino. Es lo que Tutankhatón habría deseado.

Bin-Seth, Nomarca de Menfis y Representante de los Nomarcas del Bajo Egipto.
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A Bin-Seth, Nomarca de Menfis y Representante de los Nomarcas del Bajo Egipto.
Cuanto referís en vuestro mensaje me sumerge en un profundo pesar, pues no tenía conocimiento de los hechos tal y como los A Bin-Seth, Nomarca de Menfis y Representante de los Nomarcas del Bajo Egipto. Ha pasado ya cierto tiempo desde nuestro último encuentro, y es que el cambio de capital desde nuestra querida Akhetatón a la actual (Tebas), junto con mis obligaciones en la corte, limitan mis movimientos más de lo que desearía. Durante los viajes que implican algunas de mis atribuciones, he podido comprobar de primera mano la situación en que Kemet se halla y, sobre todo, las diferencias existentes entre las Dos Tierras (el Alto Egipto, cuyo Nomarca en Jefe, además de Consejero Real del Ejército, ha visto aumentada su influencia desde la Estela de la Restauración, y el Bajo Egipto, del cual llevas con ejemplo tu cargo como Nomarca de Menfis y la representación del resto de nomos). Ante la inminente entronización de un nuevo Rey (y pendiente aún de conocer tanto los candidatos a ello, como las candidatas que, como legitimadoras al trono, se presentarán ante el Consejo Real), estoy estudiando los posibles escenarios con el fin de tratar de encontrar el punto de equilibrio para llegar al Maat que nos proporcione un Rey justo y duradero, que sea amante de su pueblo y amado por éste, y capaz de mantener Kemet unido frente a cualquier oscuridad que trate de eclipsar su luz. Con este fin, y aprovechando nuestra estancia en el templo de Tutmosis III, en el Valle de los Reyes (lugar donde también se celebrará el funeral por el difunto rey Tutankhatón) desearía que nos reuniésemos a tu llegada, a fin de ponernos al día en diversas cuestiones (la invasión de Mittani y Kadesh por los Hititas, los Muros del Príncipe, los Protectorados de la franja Sirio-Cananea, los ataques de los Habiru, estado de las rutas comerciales desde el Gran Verde y las que atraviesan la franja Sirio-Cananea -sobre todo con los continuadas razzias y ataques sobre los intereses de Kemet en la zona- y, en particular me preocupa el asunto del hierro para mejorar las armas de nuestro ejército sobre todo dadas las noticias que me han llegado sobre la supremacía, en cuanto a equipamiento, de los Hititas y otros pueblos del norte -como los Kaskas-) Espero que en estos momentos de dificultad, podamos ayudarnos mutuamente así como a nuestro Reino. Que Atón, cuando se eleve resplandeciente sobre el horizonte del cielo, ilumine Kemet y las Dos Tierras lo festejen mientras sus rayos, que penetran hasta el centro del Gran Verde, alimenten sus campos y sus gentes. Muheshy, Administrador de la Hacienda del Reino, Superintendente de la corte y las Dos Tierras, Sacerdote Lector del Atón y portador de las Palabras de Poder -------------------------------------------------------------------------------------------------------------- A Muheshy, Administrador de la Hacienda del Reino, Superintendente de la corte y las Dos Tierras, Sacerdote Lector del Atón y portador de las Palabras de Poder Agradezco estas letras que me enviais en estas sombrías horas que nos acontecen ahora que el nos ha abandonado de cuerpo presente, que no de espíritu. Las primeras que recibo en mucho tiempo, a pesar de la multitud de misivas y correos que envíe a la capital. Informando de la situación, de las características del enemigo y de la desesperada batalla que teníamos en el norte para defender el imperio. Ninguna respuesta nos llegó, ni en mensaje, ni en tropas. Solo en la esperanza de que si el sol seguía saliendo por la mañana Aton nos seguiría observando y guiaría nuestros pasos. Cumplimos con nuestro deber, contra todo pronóstico, como se esperaba, como debíamos. Pero a un alto precio. Hubo graves pérdidas en el ejercito del norte y daños en la muralla de protección. Mi esposa murió durante la batalla a causa de los embites del enemigo. No tuve ni tiempo para velar por su cadáver que ya estaba con mis tropas cerrando la brecha para impedir que el enemigo entrara en el norte como un torrente. Por eso os agradezco, y muy sinceramente, vuestras letras. Son las primeras, y unicas que he recibido. Ningún interés en el estado de la guerra en el norte, ningun interes por la muerte de mi amada esposa Nefereth. Parece como si el sur no se preocupase por el sur en estas oscuras horas. Eso es desafortunado. Debido a eso, podéis contar con mi completo apoyo, como representante de Aton y persona preocupada por el estado del reino. Soy un hombre viejo ya, pero cumplire con mi deber, una vez más. Os ayudare en vuestras tareas y os facilitaré la información que os sea necesaria por el mayor bien del reino. Es lo que Tutankhatón habría deseado. Bin-Seth, Nomarca de Menfis y Representante de los Nomarcas del Bajo Egipto. --------------------------------------------------------------------------------------------------------------- A Bin-Seth, Nomarca de Menfis y Representante de los Nomarcas del Bajo Egipto. Cuanto referís en vuestro mensaje me sumerge en un profundo pesar, pues no tenía conocimiento de los hechos tal y como los relatais. Lamento profundamente la muerte de vuestra amada Nefereth, que Atón acoja su Ka en los campos de Aaru, y a la que honraré personalmente en mis rituales hacia Él. Hasta donde yo sé, en la corte están al corriente de vuestros mensajes, puesto que he oído hablar de ataques esporádicos, coincidentes con épocas de cosecha, e incluso llegaron noticias de la muerte de vuestra esposa, aunque desconocía que se debiese a un nuevo ataque, ni que éste hubiese sido de la magnitud que mencionais en vuestra carta y, por supuesto, me resulta impensable que ni tan siquiera se os haya remitido un mensaje en contestación, al menos, a vuestras peticiones de ayuda. Está claro que se requieren ciertos cambios en Kemet para que el equilibrio de Maat compense esta situación. En cuanto nos reunamos os expondré, en la medida de la información de que dispongo, las alternativas más viables para lograr semejante objetivo. Que Atón, cuando se eleve resplandeciente sobre el horizonte del cielo, ilumine Kemet y las Dos Tierras lo festejen mientras sus rayos, que penetran hasta el centro del Gran Verde, alimenten sus campos y sus gentes. Muheshy, Administrador de la Hacienda del Reino, Superintendente de la corte y las Dos Tierras, Sacerdote Lector del Atón y Portador de las Palabras de Poder ----------------------------------------------------------------------------------------------------------- A Muheshy, Administrador de la Hacienda del Reino, Superintendente de la corte y las Dos Tierras, Sacerdote Lector del Atón y Portador de las Palabras de Poder Os agradezco muy sinceramente los pensamientos que deparais para mi esposa, su recuerdo es una de los pilares que me guia en estos momentos de desazón. Podría seguiros relatando la situación del norte, pero no quiero aumentar vuestra ya pesada carga por el momento con más preocupaciones, sera mejor que os lo relate en persona cuando nos veamos y pueda ofreceros mi ayuda al respecto. Me produce una gran preocupación el hecho de que digais que la corte si estaba al tanto de la situación en la muralla del principe. Pués implica que o no me exprese con la suficiente claridad cuando relataba los hechos, o que se decidio no hacer nada al respecto o lo que venia pensando desde que aconteció la batalla a esta parte. Que alguien ha interceptado las misivas. Como os narre, no he recibido ninguna misiva de la corte. ni siquiera denegandome la ayuda solicitada. Mis palabras no son completamente exactas. Si que recibi una sola y unica carta en todo este tiempo, de Horemheb, justo al finalizar la contienda. No para felicitarme por la inesperada victoria, no por darme el pesame por mi difunta esposa cuya sangre aun salpicaba mis ojos, sino para concertarme una cita. He de reconocer que no era el mejor momento para mi, y que alejandome de mi proverbial frialdad y estoicismo no respondi en los mejores terminos. Aunque viendo la situación incluso dudo de que este mensaje haya llegado. Dicho lo cual, guardaos de las sombras donde no llega la benefactora luz de aton en la corte, tengo mis sospechas y podriais correr peligro hasta que no llegue yo para asistiros. Momento en el que os hare participe de la información de la que dispongo. Para asegurarme de que esta misiva os haya llegado hare que uno de mis correos personales recorra la distancia que nos separa y sea él el que os la entregue personalmente. OS agradecere que le trateis bien tras haber realizado el viaje y que si teneis alguna respuesta para mi se la entregueis para que pueda realizar el viaje de vuelta. Bin-Seth, Nomarca de Menfis y Representante de los Nomarcas del Bajo Egipto. .

Lamento profundamente la muerte de vuestra amada Neferet, que Atón acoja su Ka en los campos de Aaru, y a la que honraré personalmente en mis rituales hacia Él.

Hasta donde yo sé, en la corte están al corriente de vuestros mensajes, puesto que he oído hablar de ataques esporádicos, coincidentes con épocas de cosecha, e incluso llegaron noticias de la muerte de vuestra esposa, aunque desconocía que se debiese a un nuevo ataque, ni que éste hubiese sido de la magnitud que mencionáis en vuestra carta y, por supuesto, me resulta impensable que ni tan siquiera se os haya remitido un mensaje en contestación, al menos, a vuestras peticiones de ayuda.

Está claro que se requieren ciertos cambios en Kemet para que el equilibrio de Maat compense esta situación. En cuanto nos reunamos os expondré, en la medida de la información de que dispongo, las alternativas más viables para lograr semejante objetivo.

Que Atón, cuando se eleve resplandeciente sobre el horizonte del cielo, ilumine Kemet y las Dos Tierras lo festejen mientras sus rayos, que penetran hasta el centro del Gran Verde, alimenten sus campos y sus gentes.
Muheshy,
Administrador de la Hacienda del Reino, Superintendente de la corte y las Dos Tierras, Sacerdote Lector del Atón y Portador de las Palabras de Poder



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A Muheshy,
Administrador de la Hacienda del Reino, Superintendente de la corte y las Dos Tierras, Sacerdote Lector del Atón y Portador de las Palabras de Poder

Os agradezco muy sinceramente los pensamientos que deparais para mi esposa, su recuerdo es una de los pilares que me guía en estos momentos de desazón.

Podría seguiros relatando la situación del norte, pero no quiero aumentar vuestra ya pesada carga por el momento con más preocupaciones, sera mejor que os lo relate en persona cuando nos veamos y pueda ofreceros mi ayuda al respecto.

Me produce una gran preocupación el hecho de que digáis que la corte si estaba al tanto de la situación en la muralla del príncipe. Pues implica que o no me exprese con la suficiente claridad cuando relataba los hechos, o que se decidió no hacer nada al respecto o lo que venia pensando desde que aconteció la batalla a esta parte. Que alguien ha interceptado las misivas.

Como os narré, no he recibido ninguna misiva de la corte. Ni siquiera denegándome la ayuda solicitada.

Mis palabras no son completamente exactas. Si que recibí una sola y única carta en todo este tiempo, de Horemheb, justo al finalizar la contienda. No para felicitarme por la inesperada victoria, no por darme el pésame por mi difunta esposa cuya sangre aun salpicaba mis ojos, sino para concertarme una cita. He de reconocer que no era el mejor momento para mi, y que alejándome de mi proverbial frialdad y estoicismo no respondí en los mejores términos. Aunque viendo la situación incluso dudo de que este mensaje haya llegado.

Dicho lo cual, guardaos de las sombras donde no llega la benefactora luz de Atón en la corte, tengo mis sospechas y podríais correr peligro hasta que no llegue yo para asistiros. Momento en el que os haré participe de la información de la que dispongo.

Para asegurarme de que esta misiva os haya llegado haré que uno de mis correos personales recorra la distancia que nos separa y sea él el que os la entregue personalmente. OS agradeceré que le tratéis bien tras haber realizado el viaje y que si tenéis alguna respuesta para mi se la entreguéis para que pueda realizar el viaje de vuelta.

Bin-Seth, Nomarca de Menfis y Representante de los Nomarcas del Bajo Egipto.


4.-Correspondencia de Tutu a Sharanar, hermana de Nefertiti. Para los pacientes que habéis llegado al final, no puedo por menos que mostraros la tierna carta del Chambelán. Todo gran hombre tiene una debilidad y la suya era esta mujer, y no era el único como veréis en el post vivo. Poco más que decir.

Sharanhar, la bella, la de los ojos color miel, mi dulce Sharanhar que se llevó mi corazón hace ya tantos años y aún lo poseéis sin que pueda hacer nada por recuperarlo.

Debo vestir de luto, debo entregar mis lágrimas al cuerpo del faraón, pero tan sólo pensar en que su muerte me vuelve a traer tu presencia se secan mis ojos y no puedo tener otra imagen en mi cabeza que no sea tu risa, tu cuerpo que tantas noches he tratado de domar y aprender y que cada vez me descubre un nuevo rincón, un lugar oculto y desconocido al que acudir cuando estáis conmigo y que me estremece sólo al recordarlo.

Sharanhar, eres como una crecida que riega mis campos baldíos para luego dejarlos sedientos, marchándote de mi lado para volver de nuevo años más tarde y siempre añorando tu perfume, aquello que me completa y me devuelve la vida.

Sharanhar, vivimos tiempos de cambio y renovación. Después del funeral, todo va a ser diferente. Demasiado tiempo hemos perdido ya y ahora es el momento de que cada uno tenga el lugar que le corresponde. Y los dos sabemos que nuestros destinos están entrelazados.

Sharanhar, ya no quiero ocultarme más. No puedo esperar más a tenerte de nuevo entre mis brazos, mi bella, dulce Sharanhar.



Tutu

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